Entrevistamos a Enrique D. Zattara, co-fundador de equidistancias. Es la primera casa editorial independiente que va a publicar simultáneamente en Buenos Aires y Londres


 1. ¿Cuál es la principal razón de apostarle a una casa editorial a ambos lados del Atlántico -Londres y Buenos Aires- y qué tan modesta o inmodesta es la idea del éxito para ustedes?

En nuestra época en la que la movilidad geográfica es un dato habitual, existe todo un universo de autores que desarrollan su obra en contacto con espacios culturales (e incluso lingüísticos) diferentes al originario. Gente que ha ido construyendo sus escritos a caballo entre varias realidades que -aunque fuera inconscientemente- inciden en ellos. Con frecuencia, esos autores abandonan un campo cultural antes de haber consolidado su espacio, y comienzan a moverse en otro cuyos códigos desconocen o no comparten, lo que los coloca en una suerte de limbo, de “tierra de nadie”, en relación a la circulación de su obra. Y por supuesto, este nomadismo los hace excéntricos al espacio editorial y de la crítica. El objetivo de equidistancias es acercar los dos mundos, ofreciendo a esos autores la posibilidad de ser leídos también en el espacio cultural del que provienen. La oferta es doble por lo tanto: para el autor que tiene una pata en cada lugar (el lugar viejo y el lugar nuevo) la de ser leído y reconocido en su lugar de origen, y para el lector la de tener acceso a autores que no dependen de los equívocos caminos del mercado comercial. Por eso, el eje Buenos Aires-Londres de alguna manera es simbólico, pero también tiene algo de verdadero. Ciertamente podría haber sido Montevideo-Berlín, o Lima-Roma. El hecho es que los fundadores de esta aventura editorial, Andrés Tacsir y yo, vinimos los dos de la Argentina y compartimos en un momento nuestras perplejidades creativas en este Londres que es un verdadero imán para la inmigración, incluso de los latinoamericanos. Tengo que decir que no se trata de un mero proyecto editorial: el objetivo es que sea un instrumento para crear un espacio de contacto y conocimiento mutuo entre los artistas y críticos literarios de origen hispanoamericano que residimos fuera de nuestros lugares de origen -particularmente en países europeos-, y posibilite la reconexión al mismo tiempo con el campo cultural y los lectores del mundo de donde vinimos. Todos los escritores que escriban en castellano para quienes la inmigración haya sido relevante deberían encontrar en equidistancias un lugar para hacer conocer su obra. Ese sería el verdadero éxito de la iniciativa.
 
2. ¿Cuál ha sido la dificultad más insospechada hasta ahora? 
 
Equidistancia busca ser innovadora en la forma de pensar a los escritores pero también en la forma de hacer llegar las obras a los lectores. Y además a lo largo de buena parte de los países de América Latina, Europa y los Estados Unidos. Aunque como todos sabemos que en América Latina hay mucha flexibilidad y posibilidad de sus empresarios de adaptarse, tuvimos que pensar y repensar muchas veces los mecanismos de producción, distribución y venta para que la propuesta tenga impacto, sea eficiente y sustentable. Algunas de las herramientas tecnológicas y de organización de la producción que aquellos que vivimos en Europa consideramos cosa habitual, allí son inexistentes o de tan complejo funcionamiento que obligan a volver a la casilla inicial constantemente toda propuesta innovadora. Nos llevó más de un año poder aceitar los mecanismos para poder lanzar un sistema editorial que se basa en las nuevas tecnologías, no sólo de publicación, sino de consumo. Súmale a esto que justo cuando gestamos la idea empezó la pandemia, y ya te puedes imaginar.
 
3, Los libros, como las películas, son a veces mucho más fácil escribirlos y publicarlos que distribuirlos y venderlos. ¿Hay alguna estrategia al respecto? ¿Qué tipo de papel juega el libro digital en los planes comerciales de su nueva empresa? 
 
Claro, ese es siempre el principal problema de un proyecto editorial. Cualquiera puede ir a una imprenta y hacer imprimir su libro, el asunto es que después exista un público que lo conozca, lo compre y lo lea. Como todos sabemos, la industria editorial está superconcentrada a nivel mundial y resulta imposible competir de igual a igual en el mercado con empresas -editoras y distribuidoras- casi monopólicas. En Sudamérica, pese a ello, existe un movimiento de editoriales independientes con estrategias inteligentes, y con relaciones de colaboración entre ellas. Pero creemos que todavía hay mucho espacio para mejoras en el uso adecuado de nuevas formas tales como la lectura digital o la venta por demanda, que son sin duda las formas de consumo del futuro inmediato. La lectura digital abarata costos de producción y precios al público, ello sin desmedro de que quienes todavía amamos el libro tradicional podamos acceder a ese formato con facilidad en cualquier parte del mundo. Los libros de equidistancias se pueden comprar en su versión digital en cualquier lugar del mundo, a precios muy accesibles. Y esa estrategia de venta se complementa con la posibilidad de adquirir la obra impresa en formato tradicional, en el sistema de venta online por demanda, a través de nuestra tienda virtual (equidistancias.com) y de una red de librerías del mundo. Este sistema está implementado por el momento en Europa, Estados Unidos y algunos países latinoamericanos, con la Argentina como cabecera. Pero gradualmente iremos incorporando nuevos mercados, sobre todo en Sudamérica, que es nuestro principal objetivo.
 
 4. Los libros en Latinoamérica son absurdamente costosos. ¿Cómo piensan solventar esa dificultad?
 
No podemos modificar esa realidad, ni siquiera pueden hacerlo las grandes editoriales. Pero como he dicho antes, la circulación del libro digital genera un abaratamiento muy importante de los precios al público. Gracias a eso y a la tecnología de impresión on-demand podemos también ofrecer los libros impresos a precios muy competitivos. Por eso, es la base de nuestro proyecto editorial, y estamos convencidos de que será la dinámica de lectura que se impondrá en el corto plazo, como se está imponiendo ya en todo el mundo.
 
5. ¿Qué tipo de libros van a publicar y hay algún perfil predeterminado para los autores que quieren promover? Ah, ¿y cuándo se lanza al mercado el primer ejemplar? 
 
En el mercado existe una oferta amplia alrededor de las formas tradicionales de circulación instituidas por los mecanismos habituales. Hace unos meses, alguien en la Argentina anunció la creación de un espacio editorial dedicado a difundir autores que están fuera del campo cultural de Buenos Aires, en las provincias, por ejemplo (una iniciativa que -con sus particularidades- sería loable en todos los países de Latinoamérica). Faltaba una pata: los latinoamericanos que han elegido -por los motivos que sea- vivir y escribir en países diferentes al de su nacimiento. Esto es, básicamente, equidistancias. El perfil lo ejemplifican mejor que nada nuestros primeros títulos. Habrá tres colecciones, Narrativa, Poesía y Ensayo. Los tres primeros lanzamientos serán a principios de diciembre y serán la novela Una conjetura sobre el Alcántara, del argentino Andrés Tacsir; el poemario Sombras de la sal, de la venezolana Ana María Reyes; y el ensayo Las tres madres de Federico García Lorca, de la chilena Marisol Téllez. Los tres viven o han vivido muchos años en Londres.
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El lanzamiento oficial de equidistancias está programado para el próximo 10 de diciembre. Más información en su página electrónica si pulsas aquí