Del 28 al 30 de julio de 2016, acudieron a L’Aldea Nicho Cultural en el barrio de la Candelaria, cineclubs, colectivos y procesos que realizan labores formación de públicos y circulación no comercial de cine. Entre ellos hay proyectos culturales universitarios e independientes y existen cineclubes de larga tradición en Bogotá, como el cineclub El Muro encabezado por Adolfo Ayala a quien se le dio un reconocimiento por sus 21 años de trabajo en las pantallas.

Entre otras actividades realizadas estuvieron la de Diego Rojas, docente, investigador y cineclubista compartió una charla sobre los orígenes y auge del cineclubismo colombiano desde su ciudad. David Zapatade la Cinemateca Distrital de Bogotá expuso las líneas de trabajo de la entidad en la circulación y formación, áreas desde las que atiende y brinda servicios, recursos y fomento al sector cinematográfico colombiano.

El encuentro fue coordinado por Marcela Aguilar del cineclub Imagen Viajera de Bogotá y su parte académica liderada por Julio Lamaña y Gabriel Rodríguez secretario y responsable de comunicación de la Federación Internacional de Cineclubes respectivamente, quienes expusieron y analizaron plataformas de proyectos en red, historia del cineclubismo, estrategias de difusión,  planeación y ordenamiento legal.

Se sumaron a las actividades, la clínica de alimentación sana del laboratorio gastronómico de la Doctora Clorofila, la exposición de motivos y convocatoria del Referendo por Agro y el taller de estampación de camisetas de Omar Alaín González. La tarde del sábado 30 de julio se realizó una función de cineclub con el documental Trípido de la directora Mónica Moya. En el foro con el público participaron la realizadora del documental y los padres del joven grafitero asesinado por la policía, caso que ha sacudido la vida urbana y el sistema judicial en Colombia y que se aborda en el documental. La noche culminó con el groove y la música del grupo La Dimensión Gris.

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