Por Claudia Jaramillo

En el mes en que se nos invita a leer más de lo habitual, nuestra editora Asociada en Madrid reseña media docena de títulos que exploran el misticismo romántico que empapa al montañismo, inquieren sobre la inexistente pureza del flamenco o abordan, poéticamente, ideas sobre la música de Mozart, el cáncer, la muerte y el lenguaje con que las enfrentamos

La montaña y el hombre
de Georges Sonnier

Nacido en Angers, en 1918, Georges Sonnier experimentó muy pronto la revelación y la llamada de la montaña, que marcó profundamente su vida y su pensamiento y lo comparte en este libro editado por Malpaso para lectores que quieran emprender un viaje desde lo místico, lo legendario y lo tangible; la montaña es donde se retira el hombre a meditar, a protegerse y a veces, la montaña es un enemigo a vencer en la huida y en la conquista de un territorio.
Un libro que explora las montañas desde su origen geológico y mitológico, tomando en cuenta aspectos paganos y sagrados, «el nacimiento del alpinismo, en muchos sentidos, el paso del espíritu poético a la acción» con esta frase, el autor pasa a una segunda parte en la que la montaña deja de ser un objeto contemplativo y ya no conserva una distancia majestuosa, en la que todavía cabe un aporte para lo místico a ser algo conquistado, el hombre se acerca a la montaña y asume un desafío con el alpinismo como mediador. La caza de las cimas míticas, la búsqueda de los desafíos. Hasta las reflexiones finales, una vez hemos alcanzado las cimas, ya no tememos a las montañas, se pierde el tabú, el desafío deja de ser el del hombre frente a la montaña, y pasa a ser el desafío del hombre frente a sí mismo, esa es la aventura de la que habla el libro.

Editorial Malpaso, 2020, tapa dura.

Latido Izquierdo
de Rubenski Pereira

Latido izquierdo es un viaje por Europa, poema tras poema transcurren en diferentes ciudades del continente en una Europa alcoholizada y en la que todavía se puede fumar, un viaje por cantinas de la costa del sol española, por el mediterráneo francés, un viaje por ciudades en las que contrasta lo monumental con la miseria, callejones de París, Praga, Barcelona, calles de Orihuela, Budapest, Venecia, Girona, por donde se pasea un poeta que fuma y bebe, lejos de las postales de los catálogos de viaje como si quisiera encontrar lo humano. El yo que habla en los poemas mientras bebe a veces cerveza, a veces absenta, fuma, a veces narra la ciudad en poemas largos y a veces nos cuenta que el «recuerdo / es el recorrido / sin frontera / un siempre viaje / a un lugar secreto», pero a veces no se mueve, y en lugar de subirse al tren llora.
En la primera frase del prólogo afirma, Guillermo Samperio, que Latido izquierdo es uno de los mejores poemarios escritos en la última década, lo que predispone al lector a encontrar aquello que promete y a esperar desde un palco los mejores versos de la década. Yo me lo he tomado como un consejo: leer los prólogos al final.

Chamán Ediciones, 2018, tapa rústica

Ocurrencias y recurrencias
de Juan Toledo

No suelo diseñar portadas de libros que no he leído antes, pero con este tocó así, diseñar una portada sin conocer el libro, como tirarse al vacío a ver qué sale. Leo el libro por primera vez ya impreso y encuentro fácil mi nombre en la línea de créditos.
Ocurrencias y recurrencias comienza con una advertencia del autor, como un paratexto, Juan Toledo le advierte a su lector que el mundo tal vez no necesite más libros de poesía, mas no siendo necesario cualquier otro libro de poemas, él espera que en este en concreto el lector encuentre algo en lo que reconocerse. «¿Para qué este libro?», se pregunta: «para que algún lector se reconozca a sí mismo en un par de líneas, un verso, un pensamiento o hasta en una página, con que una persona lo haga, quizá este libro esté justificado», se responde.
Luego le agradece a Bertrand Russell por su Historia de la filosofía occidental y, con esta alusión, volvemos a Genette, es decir, al metatexto, cuando un autor cita a otro de una manera tan directa, quiere guiar al lector hacia una lectura concreta, es decir, si queremos leer como dice el autor, tal vez tengamos que conocer la obra de Russell.
Además de esta advertencia, otra de las coordenadas de lectura del libro es puramente geográfica, desde hace años Juan Toledo está radicado en Inglaterra, habita otra lengua, y esa lengua también cohabita en algunos poemas, especialmente en el poema Londres, el más largo del libro, en el que desgrana los pormenores de una ciudad difícil. Y para terminar con los puntos cardinales de este libro, también hay que mencionar los demás invitados que se pasean por las páginas: Octavio Paz, Rubén Darío, Foucault, Heráclito, Parménides, Pitágoras, Anaximandro, Pessoa y sobre este último, Juan se atreve a corregirlo y presenta su versión personal de unos versos del portugués «que el amor o el dolor pasen por ti / como el viento sobre la hierba», el poema se titula Corrigiendo a Pessoa, de esa manera vuelve a posicionarse, a decirnos quien manda en su libro, un libro que tal vez no es necesario pero ahí está para ser leído, un libro que termina con unos epigramas que funcionan a la manera de respuesta de otros más conocidos de autores célebres como Schopenhauer, Wolfe, Quevedo, Wilde, Borges (una de sus obsesiones), otros invitados más.
Y si Juan Toledo lo advertía al principio, el editor lo advierte en la contraportada: «este libro es misceláneo y heterodoxo» en el que cabe mucha gente y en el que se mezclan poemas narrativos, en verso, epigramas, aforismos y palimpsestos.

Editorial El ojo de la cultura, 2020, rústica, de venta en nuestra tienda.

Volvimos a escuchar ese adagio de Mozart
Guillermo Samperio

Volvimos a escuchar ese adagio de Mozart(Chamán Ediciones), es el último libro que Guillermo Samperio publica en vida, en él intercala poemas en prosa con poemas en verso no de manera casual, ya lo avisa el prólogo de Rafael Pontes: «la alternancia de los poemas casi simétrica no es casual: en verso para lo masculino y en prosa para lo femenino», en el que cada página se nota madurez en la elección de la palabra exacta, a veces en un registro robusto y en otras, en expresiones tan comunes como las de servir café. Hay en las líneas de este libro una sensación de suspenso, como si algo estuviera a punto de pasar, una vaga sospecha a veces es intangible como en: «La blancura del aire era la limpieza de los cojines en una sensación de salud de mi boca en tu pezón izquierdo» y después de preparar al lector en preliminares, pasa sin metáforas de por medio, a narrar una felación; Samperio es directo cuando hay que serlo e irónico cuando hay que serlo (como en el poema Humo de hoja de higuera) y también es surrealista (como en el poema Volvimos a escuchar ese adagio de Mozart), en su obra su voz se entrecruza y puede ser en una sola frase irónico-surrealista, porque ha hecho de ello un estilo: «disfruto del tesoro de tus aguas profundas (…) alas líquidas de doncella desfalleciendo (…) mis labios en la amapola de tu pubis (…) me hundo en las hojas de alcatraz de tus nalgas», ante el riesgo de parecer cursi, Samperio le atribuye la inspiración de estas frases a la hiedra, también conocida como estramonio o hierba del demonio por sus cualidades alucinógenas.

Volvimos a escuchar ese adagio de Mozart es una invitación a descubrir a Guillermo Samperio (Ciudad de México 1948-2016), autor prolífico, pero anónimo en España en donde se han publicado solo dos libros de los cuarenta que ha escrito es su extensa carrera literaria. Ahora Chamán Editores, una editorial que presta especial interés a la poesía, trae Volvimos a escuchar ese adagio de Mozart, para sacar del anonimato a este autor del otro lado del charco, al otro lado del mundo.

Chamán Ediciones, 2016, tapa rústica

Alegato contra la pureza
de José Luis Ortiz Nuevo

Alegato contra la pureza es puro flamenco, pero no flamenco puro, con este libro José Luis Ortiz alega por no olvidar el carácter mestizo del género, desde su nacimiento y en el que se posiciona en contra de una pureza que para él no existe porque es una música patrimonio desde lo diverso. Escrito es un estilo abierto, no apto para desconocedores, en el libro no da concesiones y habla desde la propiedad del que conoce, del que tiene como un igual a reconocidas figuras del flamenco. Tampoco es un diccionario que nos va a resolver las dudas sobre los palos, los giros y por lo mismo, tampoco es una enciclopedia en la que dar cuenta de los períodos desde su nacimiento, evolución y nuestros días. En ocasiones difícil de leer, no tanto por el desconocimiento de un lector ajeno al mundo del flamenco, sino porque los constantes cambios tipográficos que no facilitan su lectura. A pesar de ello, es un libro destinado a un público específico y conocedor, capaz de descifrar todo lo que al lector corriente se le escapa y allí encontrar el tesoro al final del arco iris.

Editorial Malpaso, 2021, tapa dura.

El libro blanco
de Augusto Rodríguez

«Tal vez seremos la escritura rebelde que el agua no se lleva. O tal vez estemos condenados para siempre, a vivir como enfermos entre las cuatro paredes de este mundo», Augusto Rodríguez (Ecuador 1979) con esta frase plantea los dos grandes temas de este libro: el lenguaje y la enfermedad, «la escritura es un bosque que nos descifra las orillas de nuestra muerte». En este libro hay un duelo, en cada texto, el autor va desgranando el dolor como si fueran píldoras para el olvido y para el perdón. Augusto Rodríguez va perfilando a un hombre arisco, putero y bebedor que muere de cáncer, del que se siente «embajador cósmico” porque es su padre, una vez desaparecido va renombrando el mundo que tenía construido “en el inicio éramos mi padre y yo tomados de la mano en la infancia de nuestro apellido», tomando el legado genético que parece pesarle, «éramos mi padre y yo» para añadir en unos poemas más adelante: «yo soy el cáncer que mató a mi padre, yo soy el cáncer que mató a mi padre», y lo repite como un mantra que no cura el dolor, para terminar con «yo soy él».
Es un libro sobre la enfermedad silenciosa que no avisa, el cáncer invadió el cuerpo de su padre de forma irremediable. Es un libro sobre la aceptación de algo fatídico. Es un libro sobre la imposibilidad de salvación. Para esta enfermedad no hay cura. Es un libro sobre la imposibilidad del lenguaje, «el lenguaje es un mar donde nos hundimos pero no entendemos sus símbolos» y su madre nunca alcanzó el mar, porque estaba expulsada del paraíso de las palabras. Las mujeres en general ocupan apenas espacio en la totalidad de la obra, cuando aparece un personaje femenino lo hace de perfil. Este libro no es sobre las mujeres. Este libro es una antología del autor, es un libro dividido en muchas partes en la que salen a la luz las obsesiones. Este libro va sobre el amor desde otro punto de vista. Este libro insinúa que el lenguaje es un puente «el lenguaje es lo único entre vivos y muertos. Es lo único que tenemos y tendremos

Chamán Ediciones, 2016, tapa rústica