Por César Cabello

A manera de complemento de la reseña que hemos hecho del revelador poemario Nometula -nombre de ese lugar en ultramar donde las almas van por fin a descansar- publicamos aquí cuatro fragmentos poéticos de un libro que nos advierte de los vericuetos del camino personal, y siempre anónimo, que todos hemos de emprender


Eltun* 
¿Qué haremos con nuestros antepasados? El río no soporta más cadáveres, 
las familias reclaman al lonko* 
doce tumbas saqueadas 
por animales de carroña. 
Las casas donde ahumaban a los muertos han cerrado 
 y el kalku*, 
fabricante clandestino de ataúdes, 
se niega a recibirlos. 
¿Qué haremos con sus cuerpos, 
todavía de pie, junto al fogón? 
Los rezos proferidos sobre el püllün* 
no serán ciertos y el espíritu del choike* no renacerá de entre las cenizas 
para una nueva danza. 
¿Qué haremos con nuestros antepasados, cuando seamos nosotros 
los que estemos de pie 
junto al fogón? 
* Eltun: cementerio. 
* Lonko: «cabeza» o jefe político de una comunidad. * Kalku: brujo o nigromante. 
* Pü llü n: carácter o personalidad del muerto. * Choike: avestruz.


Alwe* 
Lo sellado, lo que está a cubierto,  
como un niño detrás de los escudos,  
pugna por salir. 
De mi boca cae el feto de un ángel, 
empujado por la noche al infierno de las heridas. 
Las aguas que antes me contuvieron 
hoy se filtran desde las cisternas rotas 
de una eternidad reciente. 
¡Parvenus del espíritu! –me digo–. 
Y con la postura humilde del alwe 
que yace junto al cadáver todavía fresco, 
pregunto: 
¿Estoy listo? ¿El paso del tiempo 
será un sentimiento remoto? 
¿El encuentro con la muerte 
me hará aún más joven? 

* Alwe: después de fallecer, es el ánima o alma inmadura que no llega todavía a consolidarse  en Am o alma definitiva.

 

Chemamull 
No olvidemos –dijo– el arte de los mapuches, 
siempre lo celestial a la altura del hombre. 
Desconfiemos del arquitecto de las arenas y 
mantengámonos de pie 
junto a la piedra que perpetúa 
nuestro peso en la tumba. 
Tú dices que debajo de las lápidas no hay nada. 
Tú dices que la piedra aún vencida es victoriosa. 
Tú dices que solo somos forasteros en el lecho vacío. 
Pero esto no se trata del dolor 
que fuera convertido en hueso al nacer 
o del alma promovida a los elementos 
en busca del porvenir. 
Esto se trata de cortar  
con las duras materias que nos cercan,  
de librar al cuerpo de sus vanas envolturas  terrestres 
 y a los pies de aquella estatua de aceitadas maderas, defender la Vida 
consumada en la Muerte.


Plagio 
Todos se acercaron 
a contemplar al muerto, tendido sobre las sábanas de su corta existencia. 
El cuerpo sucio 
como el del campesino que cavó los pozos 
y sabe que en el río 
ya no quedan peces. 
Los ojos negros 
como los de aquel que mira una flor azul hundirse 
en la ciénaga. 
Ahora comprendo, 
El invierno está gestando algo, como los primeros pelos duros en la cabeza de un huérfano. 
Habrá que cuidarse, 
el barro en la ladera 
está lleno de revelaciones.

César Cabello (Santiago de Chile, 1976). Es periodista, escritor y editor. Ha publicado entre otros títulos Las edades del laberinto (Santiago, Piedra de Sol Ediciones, 2008), Industrias CHILE S.A. (Santiago, Piedra de Sol Ediciones, 2011),  El País Nocturno y Enemigo (Santiago, Piedra de Sol Ediciones, 2013), Lumpen (Santiago, Tacto Editorial, 2016), Nometulafken, al otro lado del mar (Santiago, Lom Ediciones, 2017) y  Cuaderno obrero (Edición personal, 2018).