En lengua castellana, y en cualquier otra lengua, hay muy pocos poetas como el colombiano Raúl Gómez Jattin.  Autor en la tradición de los poetas malditos a la manera de Baudelaire, Rimbaud o Edgard Allan Poe. Brillante, drogadicto, pordiosero, enfermo mental y hasta donde sabemos es el único poeta que ha escrito eulogías inteligentes sobre el placer de la bestialidad. Su poesía, como su mente, es luz y sombra. Aquí celebramos un par de sus poemas más originales y controvertidos


La gran metafísica es el amor


Nos íbamos a culear burras después del almuerzo
Con esas arrecheras eternas de los nueve años
Ante los mayores nos disfrazabamos de cazadores
de pájaros  La trampa con su canario  De colectores
de helechos y de frutas  Pero íbamos a gozar el orgasmo
más virgen  El orgasmo maravilloso de cuatro niños
y una burra. Es hermosísimo ver a un amigo culear
Verlo tan viril meterle su órgano niño
en la hendidura estrecha del noble animal  Pero
profunda como una tinaja. Y el resto del
grupo se preparaba gozoso. Gozando el placer de otro
La gran religión es la metafísica del sexo
La arbitrariedad perfecta de su amor   El amor
que la origina   La gran metafísca es el Amor
creador de Amistad y Arte
Eso no me preparó para someter a la mujer
sino para andar con un amigo

«…Donde duerme el doble sexo»

 La gallina es el animal que lo tiene más caliente
Será porque el gallo no le mete nada    Será
porque es muy sexual y tan ambiciosa que le
cabe un huevo    Será porque ella también le gusta
que uno se lo meta.    Lo malo es que caga el palo
Pero es el momento más bacano y el orgasmo
es de fiebre    ¡Loco!  supersexo para mis seis años
A la paloma no le cabe pero es lindo excitarla  y hacer de ella      La
          paloma
o sea del palomo el signo sagrado del Amor
Aquel a quien nombro cuando no me duele 
en demasía    Virgo como un palomo pero penetrable

La pata es imposible     La perra no deja
Y muerde     La cerda sale corriendo
La gata ni pensarlo    Chévere  la carnera     Se
Queda  quieta    La chiva en celo es deliciosa

Se me olvida la pava     En la alegría sexual
sale a la calle como la perra a putear
De las aves lo más bacano es el pavo
Todos los pavos son maricas    Lo aprietan

Claro que la burra es lo máximo del sexo  
femenino pero la mula lo chupa   Y la yegua
es de lo mejor   Pero
La cocinera hace todo    Se levanta la falda
y lo trepa a uno a su pubis    Te pone las manos
en las nalgas y te culea en esa ciénaga insondable
de su torpe lujuria de ancha boca

El que se ha comido un burro joven sabe
que per angostam viam hay más contacto y placer
de entrar con ternura por donde la naturaleza
aparentemente no lo esperaba    Pero que recibe
en un júbilo que no le conozco a la hembra

Todo ese sexo limpio y puro como el amor
entre el mundo y sí mismo    Ese culear con
todo lo  hermosamente penetrable    Ese metérselo
Hasta a una mata de plátano    Lo hace a uno
gran  culeador del universo todo culeado
Recordando a Walt Whitman

Hasta que termina uno por dárselo a otro varón
Por amor    Uno que lo tiene más chiquito que el palomo

Amanecer en el Valle del Sinú / Antología Poética / Ediciones Fondo de Cultura Económica, Bogotá 2012